Descripción
El camino inesperado de Dios al éxito
Todos los héroes y heroínas de la Biblia eran personas perfectas… ¿correcto? ¡NO!
Rahab era una prostituta. Jonás era un rebelde. Moisés era un asesino. Sara era una incrédula. Pedro era un apóstata. Ester era una diva. Sansón era un mujeriego. Jacob era un engañador.
Y sin embargo, estos ocho hombres y mujeres forman parte de los famosos de la Biblia.
A pesar de nuestros propios errores y desaciertos, Dios puede -y desea- cambiar nuestro desánimo en expectativa. De hecho, Dios se deleita en usar a personas imperfectas, que han fallado, pecado, o simplemente fracasado en el cumplimiento de la voluntad de Dios.
¿Qué me dice de usted? ¿Ha fracasado?
No importa. Así como sucedió con los hombres y mujeres citados anteriormente, puede que no sea demasiado tarde para que Dios lo use… y usted ni siquiera lo sabe.
¿Acaso no le anima saber que Dios desea usar su vida?
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